En La Carlota se construyó hace muchas décadas un edificio pensado para albergar adultos mayores y que posteriormente se convirtiera en el “Hogar Mi Casita”, albergue para niños judicializados administrado por las religiosas de la Congregación Siervas de Dios Sacramentado, quienes después de variso años cerraron el lugar y se fueron de la ciudad.
Ahora, a partir de la donación de una empresa ligada al empresario Marcelo Mindlin, hijo de una recordada pareja de médicos que trabajaron en la década del 60 en La Carlota, se está terminando de construir nuevamente lo que se llamará “Residencia de Adultos Mayores Rubén Mindlin”, como justo homenaje a este profesional que dejó en muchísimos carlotenses un recuerdo como médico y persona.
