Comentamos la semana pasada, acerca de la merienda que se les sirve a los pibes de las infantiles futbolísticas de Central Argentino, como un complemento a las prácticas que realizan semanalmente.
Esa fue la razón por la cual, una de estas últimas tardes de Julio (sin previo aviso) estuvimos en el Polideportivo “El Montecito” para observar las tareas que allí se desarrollaban.
La actividad en la cancha fue la habitual, con el moverse los chicos en grupos, atentos a las indicaciones que les dan los que están a cargo de dirigirlos.
Concluido lo físico, llegó la parte de la merienda, que organizadamente se cumple en el sector del SUM que la cancha auxiliar tiene.
Para los “futuros Messi” la actividad de atención la cumplen los mismos técnicos, acompañados de directivos y padres del área centralense.
Una taza de leche chocolatada y una factura es lo que van recibiendo por grupos y lo distintivo del momento, es el comportamiento de los pibes.
Sin dejar de lado esa permanente actitud natural de alegría, diversión, bromas, etcétera que distingue a los niños, todo se cumple sin excesos y en especial para hacer realidad uno de los objetivos que también se busca; crearles a los chicos el sentido de pertenencia hacia el club que los acoge y atiende.
Nos decía uno de los técnicos, que ellos entendían de gran valor, generar esos encuentros amistosos más allá de la práctica deportiva. Que son momentos que dan sentido de camaradería, amistad, para afianzar grados de comportamientos, que son valiosos mirando el futuro.
Esto que vimos y filmado, es solo una parte relacionada con el área futbol infantil “chaqueño”, considerando que en las distintas categorías participan más de dos centenas de pibes, de variadas edades.